viernes, 28 de diciembre de 2007

La cuna de Skinner

Mientras preparo un post sobre las actividades de Isabel, su nueva forma de relacionarse con el mundo y demás; vino a mi memoria un famoso experimento del Sicólogo Burrhus Frederic Skinner. La experiencia consistió en meter a su hijo en alguna especie de caja, darle algún tipo de estimulo para verificar no-sé-qué hipótesis sobre el comportamiento, el lenguaje, etc.

Podría recordar algo de mis estudios, pero nunca me di bien con las humanidades. Y peor aún con las ciencias mal no llamadas duras. La sicología es durísima. En mi versión callejera del experimento el hijo de Skinner termina enloquecido por su loco padre.

En esta época de internet se impone una investigación de algunos clicks. Así que, una nueva pestaña en el Firefox y adelante.

Por lo poco que he podido ver Skinner sí puso a su hija Deborah Skinner Buzan en una cuna diseñada por él mismo. En ese lugar pasaba una parte del tiempo similar a la que otro niño cualquiera pasaría en la cuna. ¿Por qué?

Skinner papá diseñó su "baby box" con la intención de recrear un ambiente confortable para su hija. El aparato controlaba temperatura y humedad de forma que Deborah no necesitaba usar mucha ropa ni mantas que limitasen su movimiento. Esto también era una ventaja para los padres, disminuyendo el tiempo de lavada de ropa. Esto ocurre en la época de los pañales de tela.

Opino que la leyenda negra sobre este sicólogo debió ser sembrada por algunos detractores académicos, en un terreno abonado de estupidez humana. Skinner hizo experimentos sobre el comportamiento de animales encerrados en cajas. El paso a decir que su propia hija estuvo en una de esas cajas fue corto y fácil.

Otras características de la "baby box" muestran que no se trataba de aislar a Deborah del mundo exterior. Por ejemplo, el aire era filtrado en la entrada, pero no era tratado contra microorganismos. La caja se cerraba con un vidrio así que Deborah podía ver hacia el exterior y escuchar, ligeramente atenuados, los ruidos de la casa. ¡La "baby box" estaba en la casa!

Deborah no se volvió loca. No se suicidó. Ni siquiera está molesta con su padre. Así mismo lo declaró a Guardian Unlimited en 2004. Hasta donde sé Deborah no tuvo hijos.

Skinner tuvo una segunda hija, Julie Skinner Vargas, que al parecer también ha usado el mismo modelo de cuna para sus hijas Lisa y Justine. Porque estemos claros, la "baby box" es una cuna.

La experiencia de Skinner me ha recordado al doctor Sears, citado en este blog por Alexandra. Parecen las dos caras de la moneda. Skinner sólo hizo lo que muchos padres hacen, puso a su hija recién nacida en una caja. Lo hizo por la misma razón que lo hacen muchos padres, su comodidad (la de él). Por último, como buen padre que fue, se preocupó por la seguridad de su hija en la caja, así que optimizó el diseño de la cuna estándar.

Opino que Skinner fue un tipo bastante normal. Dejó que su actividad profesional influenciara un poco en su vida, ¿quién no lo hace?, y todo resulto un tanto excéntrico. Sin embargo, creo que sí cruzó una linea sutil. Una de esas lineas que los seres humanos no sabemos establecer, pero que sí reconocemos.

Valga el conocimiento de este límite Skinneriano para retomar la idea de siempre. Abrace a sus hijos. No tema estar cerca de ellos. Reflexione, cuándo nos comportamos buscando que se hagan independientes y cuándo queremos vivir como si ellos no estuvieran.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

La rutina de Isabel: cuarto mes

En el transcurso de un mes y pico las cosas no han cambiado demasiado. La rutina de Isabel permanece más o menos igual. Creo que sólo hay que destacar lo siguiente.

Isabel ya no duerme hasta las 10 am. Como he mencionado, bañamos a Isabel a las 7:30 pm. Come y duerme desde aproximadamente las 8:00 pm hasta algún momento entre las 6:00 am y las 7:00 am. Por supuesto, Isabel se despierta cerca de las 3:00 am y las 5:00 am para comer, pero el papá no se entera.

Les escribía que Isabel ya no vuelve a dormir. Se queda despierta y necesita actividad. En esos momentos Roxana juega un poco con ella y, cuando finalmente me hacen imposible seguir durmiendo, yo me la llevo a que me acompañe mientras hago cualquier cosa; el desayuno, leer blogs y periódicos y tratar de escribir aquí. Son las 9:30 am y se la acabo de regresar a Roxana.

Hay un nuevo detalle interesante de su conducta nocturna. Les había comentado que no hacía número dos durante la noche. Ahora tampoco está haciendo mucho número uno. Cuando la revisamos recién levantada el pañal está casi seco. Eso sí, pendientes con la cascada. Ya nos ha hecho alguna gracia mientras la revisamos.

En vista de esta situación estoy adelantando un movimiento para hacer un cambio menos de pañal. Me explico. Ella se despierta, nosotros la cambiamos y el pañal está prácticamente seco. Recuerden la rutina de pesar los pañales.

Una vez, nosotros la cambiamos, ella lo hace. Todo ocurre en unos veinte minutos. Estoy proponiendo esperar los veinte minutos y hacer un sólo cambio de pañal.

En cuanto a su rutina diurna, la pasa con períodos de el siguiente orden: Come, duerme siesta y tiene actividad. Los hitos siguen siendo el evening fuss que impone ella y el baño a las 7:30 pm que imponemos nosotros. Ahí vamos.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

El cumplemés III

Hace tres meses:

Hace un par de días Isabel ha cumplido tres meses. Es una edad hito. Hay que detenerse en lo que ha pasado y dar una mirada a lo que viene.

Lo que ha pasado.

Lo más evidente que ha sucedido en estos meses ha sido la adaptación de Roxana a su trabajo de madre que amamanta y el comienzo de la interacción "intelectual" de Isabel con el mundo.

Lo menos evidente, pero no menos importante ha sido nuestro inicio en este oficio. Es que ya se va haciendo oficio. Por el lado de Roxana, ella ha aprendido mucho el lenguaje de Isabel. Entiende su llanto. Por ejemplo, sabe cuando tiene hambre, está sucia, quiere que la carguen o tiene sueño.

Por mi lado, ya no me vuelvo un ocho poniéndole la ropa o cambiando el pañal. Además este blog va por 15 entradas, aunque haya estado un poco desconectado en las últimas semanas. Les pagaré. Lo prometo.

Hace dos días:



Lo que viene.

Creo que Isabel demandará más atención ahora. Se está haciendo más fuerte y comenzará a agarrar cosas. También querrá comunicarse más y más.

Hay predicciones más específicas que estoy pensando, pero que prudentemente no escribiré. Creo que no voy a pegar ninguna, así que prefiero olvidarlas.

martes, 27 de noviembre de 2007

El Banco de Leche: I

Hace unos meses y sin tener mucha idea, consideramos que era necesario tener un saca-leche. Hoy en día me pregunto, en que $&$/&%$/ estábamos pensando exactamente. No creo que lo hayamos tenido claro. Al menos yo no.

En nuestra experiencia, la función principal del saca-leche ha estado ligada a la construcción de un banco de leche.

Aclarado eso podemos autopreguntarnos. ¿Para qué debemos hacer un banco de leche?

Las respuestas a esa pregunta son muy variadas. Imagino que la más estándar debe ser, para seguir dando leche materna aun cuando sea muy difícil hacerlo de la forma natural. Y la razón para insistir con la leche materna está más que explicada.

Como lo entiendo ahora, la idea es hacer un banco de leche bastante grande, que pueda alimentar a un bebe durante un periodo prolongado. Principalmente en la época que comienza a ir a la guardería y comienza a recibir alimentos diferentes.

Por supuesto que tenemos las cosas más claras gracias a la asesoría de Antonieta Hernández en Leche y Miel. Lastimosamente, esta vez yo no pude asistir a la charla correspondiente, así que mi trabajo bloguero será más reporteril y menos protagónico. Lástima por el inevitable deterioro que sufre la calidad.

Voy al grano. No voy a explicar cómo hacer un banco de leche aquí por dos razones. La primera es que no soy un especialista y quiero que se lo consulten a Antonieta, la que sí sabe. La segunda es que este es uno de esos posts dedicados al equipamiento de padres primerizos como nosotros.

Lo que voy a afirmar es que para hacer un banco de leche es más conveniente usar un saca-leche eléctrico. La gran cantidad de leche que se debe extraer hace que el aparato manual sea muy agotador y realmente inútil. No pierdan su tiempo. Compren, alquilen, presten (en maracucho, to borrow) uno eléctrico.

En nuestro caso, nos regalaron el saca-leche manual antes de que naciera Isabel. Hasta ahora su uso ha sido marginal. Gracias a Alexandra, blogera y comentarista nuestra, ahora Roxana usa un super-saca-leche industrial (borrowed).

El resto es muy simple. Se extrae la leche y se congela.

Sé que se puede conservar mucho tiempo en el congelador. Infórmense y háganlo.

Roxana inició la construcción del banco de leche cuando Isabel tenía nueve semanas. Durante esa semana, un litro. Mejoraremos.

domingo, 18 de noviembre de 2007

La cama familiar, segunda parte

Luego del segundo cumplemés de Isabel hay que retomar algunos temas. Hacer re-lecturas de lo antiguo y contrastar con lo que ha sido la historia. Hay que agregar lo nuevo.

Hasta ahora la rutina de cama familiar ha funcionado a la perfección.

Todas las noches, luego del baño de Isabel, Roxana pone el disco de música para bebés y se acuesta junto a ella para amamantarla. Yo le llevo agua; apago la luz del cuarto, dejando la del baño contiguo encendida; cierro la puerta y me dedico a recoger el tobo y los otros enseres del baño. De una u otra forma termino viendo los Simpsons.

Un tiempo después, Roxana sale del cuarto. Le pregunto por Isabel y obtengo respuestas como estas: hoy se durmió rápido; hoy estuvo mañosa; hoy se durmió sin la teta o (la que más me gusta) está despierta, pero tranquila.

En ese período final del día suelo tener que entrar al cuarto. Por supuesto que lo hago silenciosamente. Muchas veces encuentro a Isabel despierta, haciendo ruiditos porque me siente en el cuarto. Muchas veces está dormida, y mi entrada la despierta. Muchas veces no la despierto. Ésta última comienza a ser la situación más común.

Cuando me voy a la cama, entro con cuidado de no incomodar a mi hijita, me arropo y verifico que ella se queda arropada también. Me duermo inmediatamente.

Interpreto de lo anterior que Isabel no tiene ningún problema para dormir. No parece estar desarrollando alguna dependencia sicológica extraña. Por el contrario, la noto muy segura de sí misma (?).

Por otro lado, no creo que me confunda con un novio por dormir en mi cama. Ese extraño "peligro" lo escuché en boca de una "sicoloca" que hablaba en la radio hace unos días. Me enfureció escuchar a alguien hablar de una forma tan irresponsable. Sin embargo, entiendo perfectamente la razón de su postura. Es puro egoísmo.

Mencioné hace unos párrafos que siempre termino viendo Los Simpsons. No fue un dato casual o inútil. En una de esas incursiones televisivas vi un capítulo en que el narrador de noticias Kent Brockman es expulsado de la cadena donde trabaja por culpa de Homero (por supuesto).

Habiendo sido alejado de las grandes cadenas, Kent y Lisa cuelgan un video en YouTube, donde arengan a los televidentes a ser más críticos con el material que reciben de la cadena ultra-conservadora y reaccionaria Fox.

En una parte de su discurso liberal, Kent dice: "abrace a sus hijos". Como si fuera un fanático que lee mensajes útiles en cualquier pasaje de La Biblia, me conecté inmediatamente con la idea y el contexto en el que se expresaba.

Prometo escribir un post dedicado al mensaje implícito y resolver el enigma de la sicoloca. Por esta vez, mejor voy terminando el tema.

Como mencioné al principio, la rutina de sueño ha funcionado a la perfección. Creo que Isabel duerme bien, yo duermo bien y Roxana aún se queja. No podía ser perfecto.

Las cosas han salido como esperábamos. En la primera entrega de esta serie, alegué razones de naturalidad y practicidad para mantener a Isabel durmiendo con nosotros. A estas alturas creo que las razones se mantienen intactas. No hay sorpresas.

El único problema para mí sigue siendo que Isabel me quiere botar fuera de la cama.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Cumplemés II

Hoy Isabel está cumpliendo dos meses con nosotros. Está de cumplemés.

Han sido dos meses increíbles. Como increíbles serán los que vengan después. Ella ha crecido un montón. Y nos da un montón de sorpresas cada día.

Nosotros no nos hemos quedado atrás. También hemos aprendido un montón y todos los días nos sorprendemos de ello.

No se que haremos para celebrarlo, pero será algo bueno. A esta hora aún duerme. Más tarde la felicitaré en su día.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Ahora Isabel es pequeña


Desde esta semana Isabel ha dejado oficialmente de ser recién nacida para pasar a ser pequeña. Hemos cambiado a los pañales de la talla siguiente. En total gastó catorce paquetes de pañales talla recién nacido (veinte pañales por paquete).

Por ahora parece que va a mantener el promedio diario de seis pañales.

Otra cosa que ha cambiado es su forma de percibir el mundo. En esta semana se ha hecho más evidente que Isabel comienza a ver cosas. Fija la mirada en cosas que le llaman la atención. Algunas veces sigue el movimiento de objetos con la mirada. Cuando escucha una voz familiar se queda quieta y presta atención, inclusive si es por teléfono.

Discrimina bien las voces. Si tiene hambre y yo he logrado distraerla, llora cuando escucha a Roxana. La muy "pilla" tiene "pillada" a su mamá. En algunos momentos del día sus ruiditos "eu", "aaa", etc comienzan a sonar como conversaciones. En serio, "eu", "aaa".

Lo mejor es que comienza a sonreir. O eso nos imaginamos nosotros.

La rutina de Isabel: segundo mes


Ahora sí podemos decir que Isabel ve


Luego de algunas semanas Isabel comienza a tener un ritmo en su vida. Después de las primeras dudas, qué, cuándo y cómo, las primeras respuestas van llegando solas. Isabel comienza a tener un comportamiento más predecible. Muy simple, pero extraordinariamente bien estructurado. Empecemos por lo fisiológico.

Isabel va al baño varias veces durante el día. Ya he publicado anteriormente que necesita un promedio de seis pañales diarios. Algo que no había escrito es que la desviación de este valor es muy pequeña. Casi todos los días le cambiamos el pañal seis veces.

El hecho interesante es que Isabel no hace número dos en la noche. Sucede luego de salir el sol. Esto me parece muy adulto de su parte. Muy conveniente también, así es más simple el cambio de pañal nocturno.

Dentro de su patrón de sueño, aún irregular, Isabel duerme desde las 8:30 pm hasta las 6:00 am sin grandes sobresaltos. Se despierta unas dos veces para comer en la noche. Y come, y se duerme.

Luego de ese sueño largo durante la noche, le cuesta dormir en la mañana. Nuestra teoría, necesita cambiar de postura. Así que llora y Roxana la acuesta boca abajo sobre su pecho mientras le hace masajitos en la espalda. Inmediatamente se acurruca y se duerme. Luego de unos minutos la regresa al colchón. Duerme hasta las 10:00 am.

Comienza la actividad del día. En el resto de la mañana y hasta las 4:00 pm, Isabel pasa períodos largos despierta y tranquila. Se dedica a observar algunas cosas, a hacer ruiditos como "eu", "aaa", etc. Eventualmente llora, cosa que se remedia cambiándola de posición, dándole de comer o cambiándole el pañal.

Cada día le interesa más interactuar con la gente. Le gusta tener a alguien (mamá) enfrente, moviendo cosas de colores y/o con algún sonido.

En la tarde suele ocurrir que se torna inquieta, y llora más. En nuestra opinión es la manifestación más intelectual a su edad. Interpretamos que se aburre o algo parecido. Ya Alexandra nos ha mencionado este síntoma, el evening fuss. Se mejora con un paseo.

Por lo general duerme en el paseo. Regresa un poco mejor, pero suele estar inquieta. Le toca el baño super-relajante. Luego la teta y a la cama. Esta es la única secuencia con hora fija en el día. Comienza a las 7:30 pm.

domingo, 4 de noviembre de 2007

El baño de Isabel: El tobo


Este fue otro consejo de Ana Daniela. La mejor bañera para un niño recién nacido es el tobo (cubo, balde).

Los "tobos" comerciales para bañar bebés tienen el fondo curvo. Las dimensiones propician que las piernas del bebe adopten la posición fetal.

Según entendí, la combinación de estar sentado y tener las piernas en posición fetal hace que el niño esté mucho más tranquilo cuando lo bañan. También entendí que la idea surgió de un grupo de enfermeras que tenían que bañar a bebés prematuros, los cuales requerían mayor cuidado que el estándar. Por último, parece ser conveniente para bebés que sufren de cólicos.

El tobo está muy de moda en Europa desde hace tiempo. Sin embargo, hasta hace dos meses no se lo conseguía en Venezuela. Yo me lo traje de España. Fue difícil hacerlo entrar en la maleta, pero llego perfecto.

Como buen artículo para bebés, el precio es un escándalo: 30 €. Luego empieza el consumismo. Hay que comprar la base de colores para que quede a una buena altura, etc. Creo que vale la pena el tobo. Pero si no se le consigue fácilmente, o no se tienen 30 € de más, se puede probar con un tobo normal. Sólo hay que cuidar que esté limpio, lo mejor es comprarlo nuevo para tal fin, y que el fondo sea bien rematado. Que no tenga detalles que puedan herir la piel del bebé. Hay que usar la imaginación, mucha gente lo hace.




La experiencia con Isabel ha sido de lo mejor. Ella disfruta mucho de su momento del baño, todos los días entre 7:30 y 8:00 pm.

Hay ocasiones en que a la hora del baño tiene hambre y esta llorando, pero no le hacemos caso: ¡al tobo! Una vez allí se calma y deja que Roxana la lave. Mientras tanto ella trata de chuparle la mano cada vez que le pasa cerca de la cara. Es evidente que tiene hambre y lo demuestra cuando sale del baño, pero se queda tranquila durante ese tiempo.





En estos momentos prefiero no bañarla yo. Como es tan pequeña, hay que sostenerle la cabeza durante todo el baño para que no la sumerja. No me puedo dar el lujo de cometer las torpezas que cometo cuando cambio pañales. En unas semanas más tal vez me atreva. Pero debo apurarme, se supone que Isabel cabrá en el tobo hasta los seis meses de edad.

domingo, 28 de octubre de 2007

Isabel y los pañales: cero a seis semanas

Los pañales son uno de tantos elementos desconocidos para los padres primerizos. ¿Cómo lidiar con ellos?

Se impone no comprar en grandes cantidades. Las razones son de sentido común, que debe reparar en los siguientes hechos.

1. Hay un nuevo ser que nunca ha usado un pañal. ¿Cómo saber cual le gustará más?

2. Hay unos viejos seres que probablemente nunca le han puesto un pañal a alguien. ¿Cómo saber cual les gustará más?

Siguiendo la filosofía que se aplica al uso de las máscaras de oxígeno en los aviones, comentaré a partir del punto dos.

Cambiar pañales es una de mis tareas. Es mi momento con Isabel. Es simple, si la madre da teta, yo limpio. Así todos establecemos vínculos. Lamentablemente mi permiso postnatal sólo duró dos semanas. Así que sólo tengo derecho a unos pocos cambios al día.

Cuando Isabel llegó a casa por primera vez, hice un cambio de pañal de prueba. Eran condiciones ideales. Isabel estaba tranquila y en realidad su pañal no necesitaba ser cambiado.

Fue todo un éxito. Recomiendo a tod@s l@s nuev@s que hagan simulacros de este tipo. Un poco más tarde ese mismo día, Isabel necesitó un cambio de verdad. En esa segunda ocasión habíamos esperado mucho y me costó un poco limpiarla. Obviamente comenzó a llorar, lo cual puso nerviosa a Roxana y provocó un regaño injusto para mí.

Menos mal que habíamos hecho el simulacro. No quisiera haber tenido que aprender cual es la parte de adelante del pañal con Isabel llorando y Roxana regañándome. Probablemente hubiese sido mi último cambio de pañal. Debut y despedida.

La destreza se adquiere rápidamente. O más bien, tu hij@ se acostumbrará a tu torpeza rápidamente ;-)

Aquí es donde comento, al principio utilizamos dos marcas de pañal. Al final nos decidimos en base al que nos daba más facilidad para ponerlo, era más estilizado y le ajustaba mejor. Además, por ser los primeros días hubo que considerar el asunto del ombligo. Valió la pena tomarse esas molestias.

En cuanto al asunto uno, un tipo de pañal particular podría haber sido molesto para Isabel. No fue el caso, pero había que considerarlo.

Hoy en día el ritual del cambio de pañal es así. Comienza con una señal auditiva, olfativa o visual. Sigue un lavado de las zonas que presentan problemas. Usamos un jabón estándar para recién nacido. Luego de secar bien, usamos vaselina y ponemos el pañal nuevo.

Así de simple. Debo decir algo sobre el uso de las toallitas húmedas. Están bien para cuando se está afuera, pero no recomiendo usarlas en casa. En nuestra opinión, contienen demasiados elementos aromáticos. Creemos que su uso constante puede dañar la piel del recién nacido, lo que terminaría obligándonos a usar cremas más y más raras y costosas. Prefiero gastar en pañales y jabón.

Hasta hoy, seis semanas luego de nacer, Isabel ha gastado 12 paquetes de pañales y medio (20 pañales cada uno). Un total de 250 pañales. Un promedio de 41,6 pañales a la semana o 5,95 (6) pañales diarios.

Como salimos mucho, también ha gastado dos paquetes de toallas húmedas. Les debo los tamaños, no me acuerdo.

Ya hemos comprado el primer paquete de pañales de la talla siguiente (pequeño). Una cosa que aprendí es que una forma de medir la talla de los pañales es por el peso del usuario. Evidentemente es una forma muy burda de hacerlo.

Isabel se acerca al peso límite, pero los pañales de recién nacido aún le quedan y, lo más importante, los de la talla siguiente le quedan muy grandes. Seguiremos comprando de uno en uno los paquetes de pañales talla recién nacido.

sábado, 27 de octubre de 2007

El consumismo e Isabel

Cuando Isabel crecía dentro de la barriga de su mamá, no tenía un blog para ella sola. Un blog como este. Nosotros, sus padres, dedicábamos mucho tiempo a pensar en ella, pero también en las siguientes cosas:

1. Cuáles cosas sería necesario adquirir para atender a Isabel a plenitud.

2. Cómo #%&$ íbamos a pagarlas.

Hoy en día puedo hacer algunos comentarios respecto a ambas.

El mundo de hoy se caracteriza por una fiebre de consumo que lo inunda todo. Esa es la gran característica de esta época. El consumismo es una conducta ya madura. Hoy en día conseguimos enormes catálogos de "gadgets" para lo que nos de la gana.

En esos días de desconocimiento y dudas conseguimos una lista digital con todo lo necesario para equipar la llegada del bebe. Aunque fuimos advertidos que la lista estaba un poco abultada, la sorpresa fue inevitable. La lista era una locura.

Como consumidores nos encontramos a merced de dos fuerzas que no siempre están balanceadas. Por un lado, la aparición constante de productos basados en nuevas ideas, tecnologías o aplicaciones, que definitivamente nos permiten acceder a una vida más confortable.

Por otro lado, está la presión sobre todo el sector comercial por vender lo más posible. Presión que se traslada a nosotros. Eso, el sector comercial, pone sobre nosotros la presión de comprar lo más posible.

La técnica de eso es simple. Crear las necesidades que no tenemos y vender en "combo". No tengo una solución para protegernos de las compras absolutamente innecesarias. Sólo que conviene establecer claramente las necesidades y salir, con mucha paciencia, a buscar los productos.

Aun así, hoy en día me paseo por la casa y tropiezo con cosas que hemos usado una vez, o ninguna. Y eso que he seguido el consejo de Ana Daniela, no llenarse de corotos que ocupen mucho espacio después.

domingo, 21 de octubre de 2007

Rutina alimenticia de un día: semana uno

Luego de una semana de la vida de Isabel, aproximadamente un mes atrás, decidimos llevar el control de las actividades básicas desarrolladas por ella. Comer y excretar.

Como no podemos saber cuanto come Isabel, la técnica de contar y pesar los pañales nos permite constatar que lo está haciendo en cantidad suficiente. Unos pañales pesados indican que algo está pasando por su sistema digestivo. Ésto último fue una observación de alexandroxida.

El registro de frecuencia y duración de tomas nos permitiría tener conciencia de la evolución de los hábitos alimenticios de Isabel. Decidimos hacerlo porque los primeros días son tan exigentes como fáciles de olvidar. Publico estos datos hoy, cuando nos disponemos a repetir la rutina de medidas. Ha transcurrido un mes. Creo que los resultados serán comparativamente sorprendentes.

Comenzamos a llevar el registro a las cinco de la mañana. Lo extendimos por veinticuatro horas. Esto fue lo que encontramos.

Comidas (hora y duración en minutos).

05:00 - 30
08:20 - 10
08:40 - 30
10:15 - 15
10:35 - 15
12:40 - 10
13:30 - 10
14:00 - 20
15:40 - 10
17:35 - 05
19:30 - 10
19:50 - 10
20:30 - 60
21:35 - 20
23:15 - 05

Pañal (hora y peso en gramos).

05:30 - 115
08:30 - 60
10:10 - 60
12:50 - 130
18:00 - 60
20:15 - 60
22:00 - 70

viernes, 12 de octubre de 2007

Lactancia materna: semanas tres y cuatro

No hay muchos cambios con respecto a las primeras dos semanas. Isabel se acerca al mes de vida y Roxana le surte de alimento con bastante frecuencia.

Sólo comentaré un par de aventuras.

1. El día 4 de octubre fue de vacunas. Tuberculosis, Hepatitis B y Polio. No fue muy traumático para Isabel. Yo esperaba fiebres y berrinches. Pero nada, no pasó nada.

Teoría de Antonieta (leche y miel): Los niños amamantados no sufren con las vacunas.

2. El día miércoles diez de octubre regresé a casa más temprano para ayudar a Roxana. Le dolía la cabeza y no podía atender a Isabel ella sola. Cuando llegué las conseguí acostadas. Roxana estaba muy roja. Le sugerí un calmante y almorcé.

Como Isabel y Roxana dormían, me senté a trabajar. Comencé a sentirme mal. Me dolía la cabeza (?). Fui al baño. Estaba flojito.

Realicé una investigación. Roxana estaba flojita también. Mi mamá estaba en la casa y también se había sentido mal. Habíamos comido un atún en mal estado.

Fue preparado el martes y era suficiente para dos días. Roxana había comido el pescado tóxico dos veces. Se había sentido mal los dos días, pero no se dio cuenta de la causa. Mi mamá y yo sólo nos intoxicamos una vez.

A Isabel no le pasó nada. Su manchado de pañales no cambió y su comportamiento tampoco. La leche de Roxana estuvo libre de toxinas aún cuando ella llegó a sentirse bastante mal por unas horas, dos veces.

Entonces ya saben que Roxana come pescado aun cuando está amamantando a Isabel. Pero no sólo pescado. Roxana toma leche, café, jugo de naranja, come chocolate, caraotas y hamburguesas de la calle del hambre en La Trinidad.

Si a algun@ de mis lector@s le parece que me estoy volviendo un fanático y que este asunto de la lactancia humana y sus beneficios es una especie de religión, tengo que darle la razón en ambas. No se preocupen, ésta es una religión amplia y con pocos requisitos ;-)

La cama familiar, primera parte

Isabel duerme con nosotros.

Sí, duerme en nuestra cama.

Antes que nada, el hecho de que Isabel duerma con nosotros no obedece a que no pudiera dormir en su moisés. Eso en realidad no lo sé. No sé si ella podría dormir fuera de la cama.

Al llegar Isabel yo, su padre, libré una pequeña y exitosa batalla para que su lugar de dormir por un periodo no mayor de tres meses sea nuestra cama. Mis razones han sido de naturalidad y practicidad.

Naturalidad: Isabel dentro, Isabel fuera.

Isabel ha vivido durante 9 meses en el interior de su madre. Ha sentido la cercanía de otro ser vivo de una forma muy intensa y sobretodo un gran confort. Luego del parto ha llegado a un mundo donde la temperatura, la luz, su apetito y las condiciones de un tejido sintético que le hemos acercado al cuerpo, cambian constantemente y de forma dramática.

Necesita tiempo para adaptarse a ello, para entenderlo (?). El proceso de adaptación debe ser gradual. En el programa planeado, Isabel pasará de flotar en un líquido protector a treinta y pico de grados a un segundo estado en el que tiene muy cerca a por lo menos uno de nosotros durante el mayor tiempo posible.

Finalmente se irá separando para descubrir el mundo que la rodea de una forma más intelectual. Es decir, agarrando cosas, durmiendo sola, gateando, caminado, hablando, rayando las paredes :-( y un largo etc. Todo eso vendrá. No es poco. Ella sólo dormirá con nosotros hasta los tres meses. Creo que la extrañaremos.

Practicidad: Isabel come, nosotros dormimos.

Como ya hemos escrito aquí, Isabel está trabajando junto a Roxana para llevar al máximo la producción de leche. Toma muy seguido y durante períodos de tiempo largos. Cuando Isabel llora en la noche, nadie se levanta. Roxana le acerca la teta que le toca y ya.

Siempre que puedo, le recuerdo a Roxana que se ponga cómoda, que no olvide acomodar algunas almohadas tácticas. Luego se va quedando dormida junto a una Isabel insaciable y un yo, que luego de acomodar alguna manta o almohada, ya estoy dormido hace rato. Muchas veces ni siquiera me despierto. Muchas veces Roxana no sabe con seguridad cuanto tiempo Isabel estuvo comiendo.

Como he dicho, yo casi nunca me despierto y Roxana no me levanta. Así que ella se levanta, en promedio una vez por noche, a cambiar un pañal nocturno.

Creo que de este modo descansamos mejor de lo que lo haríamos si Isabel durmiera fuera de la cama.

Más adelante les contaré la aventura de Isabel en el tránsito hacía su cuna.

sábado, 29 de septiembre de 2007

Lactancia Materna: Semana dos


Algo que debe saber toda chica que decida amamantar a sus hijos, es que
esta actividad le demandará mucho tiempo.

Durante estas semana y media Isabel ha contribuido a mostrarnos qué tan difícil es.

Isabel tiene un ritmo de alimentación muy irregular. En una ocasión come durante media hora. En otra ocasión come durante períodos de tiempo más cortos, pero tan cercanos que terminan siendo una sesión de varias horas.

Entre las tomas el patrón de sueño no es regular. En una ocasión duerme hasta tres horas. En otra ocasión permanece despierta. En todos los casos, Isabel nos muestra gran actividad. Mueve sus brazos y piernas vigorosamente. Inclusive cuando duerme tiene sobresaltos frecuentes. Por último, es incapaz de estar despierta durante la toma.

Todos estos aspectos eran de gran preocupación para nosotros. Pensábamos que Isabel exigiría alimento frecuentemente, pero el hecho de que estuviese tan activa no nos parecía normal.

Antonieta Hernández, de leche y miel, nos rescató. Nos explicó que todas estos síntomas corresponden a una Isabel saludable. Destaco dos hechos de esta etapa que me parece relevante recordar.

1. Isabel es nuestra primera hija. Por esta razón se ha encontrado con unas tetas que no han llegado a su clímax de producción de leche. A ella le toca el trabajo de estimularlas y desarrollarlas, mediante la succión prolongada. Eso no es un problema para ella, está preparada para succionar todo el tiempo que haga falta. Inclusive puede hacerlo dormida. Sin embargo, sí es un problema para Roxana. Ella es la que debe aprender a hacerlo sin agotarse. Este proceso de preparación dura aproximadamente tres meses.

2. La leche materna no requiere de digestión. Por ello Isabel está muy activa. La leche pasa directo a su intestino y a su sangre. La vigilia y los movimientos que observamos son parte de su desarrollo. Este segundo hecho también es un problema para nosotros porque Isabel requiere que la atendamos constantemente.

La conclusión es que Isabel no tiene ningún problema, todo lo que hace responde a actos reflejos. Las únicas actividades que no puede hacer por si misma son comer, limpiarse y cambiarse de pañal, y soltar algún gasesito ocasional. Para todo esto nos necesita y nos llama con un llanto conmovedor. Lo demás lo hace ella. Y no es poca cosa.

El problema lo tenemos nosotros, que no estamos actuando mediante actos reflejos. Más bien tratamos de seguir la razón y un conocimiento que aún no hemos terminado de desarrollar. Pero lo haremos.

Creo que lo más complicado es aceptar que nuestra rutina ha cambiado para siempre. Ya no es posible hacer nada como antes y hay ocasiones en que este hecho es muy duro, aunque se trate de Isabel. Hay que entender que la peor parte de esta etapa la lleva la madre. Ella es la que debe dedicar el mayor tiempo y además lidiar con un ese desbalance químico que llaman la depresión post-parto. A los chicos no nos debe extrañar encontrar a nuestra chica llorando mientras amamanta en la noche (creo que las condiciones depresivas se manifiestan más en la noche). Al preguntar que le pasa, puede referirse a cosas tan básicas como "no he podido ir a bañarme", o tan triviales como "quisiera poder ver la televisión". Creo que no hay que desesperar. No hay que ver las lágrimas. Sólo debemos ayudar a nuestra chica a atender a la cría, para darle algo de tiempo a ella. Debemos estar serenos.

Ya me he extendido mucho para un post y aún queda mucho que decir. Terminaré con esta idea. La mayor parte de los consejos que escucho tienen que ver con la educación, la buena educación, que debo dar a Isabel. No la cargues, no la mezas, hazle una rutina, quítale la teta de las tres de la mañana, etc. Todo esto está muy bien. Sin embargo, es obvio que mucho de esta buena educación tiene más que ver con la recuperación de nuestro espacio perdido que con otra cosa.

Está muy bien desarrollar buenos hábitos en nuestros hijos. Sin embargo, hay algo que me parece que olvidamos. Antes de hacer una rutina para Isabel es necesario hacer una rutina para nosotros, los padres. Se trata de aceptar que nuestra vida ha cambiado. Isabel requiere atención casi constante durante sus primeros meses-años de vida. Ya hemos sacrificado una parte importante de nuestro tiempo cuando decidimos que viniera. ¿Estamos realmente conscientes de ello?

lunes, 24 de septiembre de 2007

Las tres preguntas

Después de algunas lecturas y la experiencia de los primeros días, pienso que el mejor ambiente posible para Isabel, en este primer período, es aquel que sea lo más tranquilo posible.

Luz suave, poco ruido y poca gente.

Hemos iniciado la segunda semana preocupados en la rutina para Isabel.

Cuál, cuándo y cómo son las preguntas.

Cuál:

La rutina debe ser tal que sea factible de seguir para Isabel. La clave de esto es entender sus posibilidades según se va desarrollándo.

Cuándo:

Es la segunda parte del cuál. Es el según se va desarrollando. En realidad se trata de entender qué cosas es capaz de hacer hoy. Porque el problema siempre es el hoy. Así que el cuándo es una pregunta tramposa. Vuelve a ser el cuál, o el qué. Qué vamos a hacer hoy, anticipando al qué haremos mañana.

Cómo:

Una vez que establecemos un objetivo, la nueva pregunta es el camino para lograrlo. Si el cuál es la estrategia, el cómo es la táctica. Hay una sutil diferencia entre ellas y muchas veces no la comprendemos bien.

Nuestro primer objetivo:

Isabel debe dormir más y no mostrarse tan excitada en las tardes.

Isabel puede dormir hasta 2 y 1/2 horas entre toma y toma, pero no lo hace siempre. A veces, duerme una hora. En las mañanas se le ve tranquila, puede estar sola hasta por media hora. Hacia la noche se le ve más inquieta y llorona. Sin embargo, entrada la noche vuelve a ser más tranquila.

Ya tenemos un cuál para esta semana. La estrategia es bajar esa excitación de Isabel en las tardes.

La táctica ha sido tranquilizar al máximo el ambiente. Ha funcionado a medias. Mañana habrá nuevas ideas. Sin embargo, será un día duro. Tenemos que ir a su primera revisión pediátrica. Habrá que salir a la calle y un montón de excitación.

Además, no habrá baño de sol a las nueve, su momento de mayor relax. Adiós proto-rutina

sábado, 22 de septiembre de 2007

Lactancia materna: Semana uno

Es domingo, 10:15 pm. Isabel acaba de cumplir seis días de nacida. Me parece que es un buen momento para hacer una revisión de lo que ha sido esta primera semana de vida.

Últimamente a donde quiera que voy, escucho maravillas sobre la lactancia materna y sus bondades. Sin embargo, sospecho que no es posible que las enfermeras del retén de una maternidad dejen de dar teteros de una solución glucosada a los recién nacidos. No importa si los padres estos niños se lo piden de forma explícita. Estos teteros tienen dos propiedades muy deseables:

1. Mantiene (vivos) a los recién nacidos

2. y silenciosos, para que las personas del retén no tengan que soportar sus lloros todo el tiempo.

Dada esta situación, insistimos en tener a Isabel en la habitación de la clínica cuanto antes y que se quedara con nosotros el mayor tiempo posible. Con esto Roxana tuvo la oportunidad de dar pecho a la pequeña desde muy poco tiempo de nacida y pudimos evitar algunas tomas de tetero glucosado.

Contra la recomendación de amigos y gineco-obstetra, la niña se quedó con nosotros también durante la segunda noche de clínica. Fue una experiencia interesante. Sabíamos que sería difícil. Sería como el primer día en casa. Pero tendríamos una ventaja. De tener una situación incontrolable con Isabel, podíamos llamar al retén para que se la llevaran y lo "resolvieran".

La niña lloró bastante. Vinieron las preguntas: Hambre? Gases?

Sabiendo que no llamaríamos al reten y luego de llegar al borde de nuestros nervios resultó ser un gas. Lo habíamos logrado. Dormimos el resto de la noche con una gran satisfacción.

El día de regreso a casa (miércoles) transcurrió sin problemas hasta la noche. Entonces la niña lloró realmente mucho. Siempre defenderé la siguiente teoría para explicar la situación, es más fácil chupar un tetero glucosado que la teta de una madre primeriza.

Aunque sentí algo parecido a la desesperación aquella noche, siempre tuve seguridad de dos cosas:

1. Isabel entendería que lo del tetero quedó atrás y que tendría que esforzarse más por su alimento.

2. El proceso de chupar en la teta de su mamá estimularía la producción de más leche materna. Al cabo de un tiempo (?) ésta sería mucho más abundante, al punto de gotear de los pezones de Roxana.

Tuvimos suerte. Al día siguiente (jueves) Isabel tuvo un sueño más continuo. Más aún, la producción de leche de Roxana se ha hecho abundante para el fin de semana. Algunos datos numéricos:

1. Cambios de pañal: seis diarios. Un buen dato para saber si la niña está recibiendo leche (al principio no se ve fácilmente) es que los pañales estén pesados. Para el fin de semana el peso de las deposiciones de Isabel está entre los 50 gr y 90 gr.

2. Deposiciones "solidas": El primer día en casa cambiamos un pañal con meconio. Luego de dos días sin ningún residuo sólido en el pañal, éste apareció para quedarse. Color casi dorado.

3. Frecuencia de las tomas: en las noches Isabel pasa entre dos horas a dos horas y media entre cada toma. En el día puede ser más frecuente.

Terminamos esta semana con un éxito incuestionable en materia de lactancia materna. Sin embargo, ahora nos plateamos nuevas metas.

1. Comenzar una rutina. Hasta ahora el énfasis estuvo en garantizar que la niña se esté alimentando bien y en suficiente cantidad. De eso estamos seguros. Sin embargo, esperamos los resultados de su primera revisión. Para esta segunda semana nos hemos planteado el comenzar a construir una rutina. Comenzar la educación de forma proactiva.

2. Cosas que no han funcionado. Desde el sábado en la tarde Isabel ha estado muy inquieta. A pesar de que ha dormido bien en la noche del sábado, durante el día le ha costado mucho dormir y está muy excitada. Sospecho que ha recibido demasiada estimulación durante el fin de semana, por lo que será muy difícil dormir hoy domingo (uff!). Hemos pensado que es necesario controlar un poco el ambiente que la rodea, haciéndolo más tranquilo, hasta encontrar el punto en que no se vea afectado su descanso (y el nuestro)