domingo, 14 de diciembre de 2008

Feliz Navidad!!!

Se termina el año 2008 y a golpe de maraca (verde) Isabel les desea Feliz Navidad y un año 2009 lleno de sabiduría y éxito!

domingo, 9 de noviembre de 2008

superheroe

Desde hace bastante tiempo, Isabel llama a Murdock "papá"... y no se le puede perder mucho rato, porque comienza a dar vueltas por la casa buscándolo, repitiendo esa palabra mágica... y si no lo encuentra, termina en la puerta de entrada llamándolo a todo pulmón! No puede ser de otra forma, pues su papá es su superhéroe! No hay nadie en este mundo que se le compare. Nadie en el planeta hace que Isabel se divierta tanto, a nadie le hace ojitos como su a papá, a nadie le da besos y abrazos cada vez que lo tiene cerca. Es muy cariñosa y tierna con él! Cuando están juntos, no existe el resto... Los dejo con esta evidencia, tomada hace algún tiempo... Disfruten.

martes, 16 de septiembre de 2008

Isabel y el mar

Isabel es la más feliz cuando vamos a la playa! Le encanta bañarse. No le tiene nada de miedo al agua y si por ella fuera, correría desde el carro hasta el mar... Juega con la arena y también se la come... Se emociona y no para de reír. Espero que pronto aprenda a nadar... y me imagino que eventualmente a surfear con el tío Juanchito... Disfruten del contacto con el elemento...

Año uno


En breves instantes comienza el día de Isabel. Hace un año dormíamos nuestra última noche del embarazo, el día llegaría con la noticia de las contracciones. Seguiría el viaje hasta el parto, ya en la noche.

Mucho ha pasado desde entonces. Hace un año me asustaba la fragilidad de Isabel. Hoy me asusta lo rápido que se desarrolla. Hay muchas otras cosas que me asustan, pero esa es la que lo hace de una manera divertida.

Por eso escogí la foto del encabezado. Isabel es inteligente y traviesa, observa al fotógrafo que la "descubre" desordenando los zapatos en un armario. Esa mirada dice un montón.

¿Padre orgulloso?

¿Alguna duda?

Hace unos días leía en el naranjablog una historia de motivo similar a esta. Había una torta "bronceada". Yo no hago tortas, pero ya terminé un quesillo "en secciones". Es que no podía ser menos ;-)

Por su lado, Roxana ha terminado la gelatina con cambur. La torta ha corrido por parte de la abuela. Mañana Isabel será la reina Isabel por un día en su guardería. Reina como lo es el resto de los días acá, en casa.

jueves, 28 de agosto de 2008

Isabel y su lactancia materna

Isabel está próxima a cumplir 1 año de edad! El tiempo pasa rápido. Sobre todo me doy cuenta cuando veo el dominio que tiene para hacerse entender por nosotros.

Hace algunos días Isabel aprendió a pedir su leche materna y lo hizo de forma clara y precisa. Dijo: “TETA”, y apuntó con su dedito índice diminuto, con el que puede tumbar un edificio, a mis pechos. Más claro imposible.

Afortunadamente, yo he podido seguir satisfaciendo esa necesidad necesaria de Isabel. Por supuesto, que mucho le debemos a la Dra. Antonieta Hernández (Anto, como le decimos con mucho cariño), que nos ha ayudado cada vez que la hemos necesitado con respecto a este importante tema. Anto dice: “muchas veces con la lactancia materna se cree que pasa algo y resulta que es exactamente lo contrario”. Eso me pasaba a mí, por eso recomiendo a las futuras mamás a que busquen asesoría sobre el amamantamiento, ya que muchas abandonan por falta de información (esto también lo aprendí con Anto).

Hace poco se celebró a nivel mundial la semana de la lactancia materna y la periodista Milagros Socorro, de El Nacional, le quiso hacer una entrevista a Antonieta sobre el tema. Por esos días, yo había llamado para pedir una cita, pues Isabel ya casi completó su “alimentación complementaria” (valga la redundancia) y quería que dejara de tomar teta en las madrugadas. Así fue como fuimos invitados a participar en la entrevista; en medio de una consulta grupal (como le gusta a Antonieta). Fe de errata: el nombre de mi pequeñita es Isabel, sin la “a”. Disfruten.



jueves, 31 de julio de 2008

Isabel y abuelos I





Isabel tiene mucha suerte por tener a sus cuatro abuelos cerca de ella. Era eso lo que pensaba cuando seleccioné este par de fotos. Han pasado los días y no encuentro otro par de fotos, con los abuelos maternos, cuya calidad me satisfaga tanto como estas dos.

Mientras eso acontecía, envié las fotos a míguel. Cuál ha sido mi sorpresa al ver que las ha publicado de inmediato. Su comentario no pudo ser más acertado: la importancia de los abuelos. Su título, mejor: idéntico al que encabeza esta entrada.

En esto de sacar fotos, me gusta que sea en la tarde de un día despejado. Aún con mis problemillas de balance de blanco, me parece que es como mejor me quedan. Últimamente no he tenido esa oportunidad con los abuelos maternos, pero deseo publicar la entrada. Así que le clavo un uno (I) al título y sigo esperando esa oportunidad.

De los abuelos paternos diré hoy: Isabel los quiere mucho y disfruta un montón de su compañía. Ellos le corresponden de la misma manera. Debo decir que se gozan a su nieta de verdad. Se gozan mutuamente de verdad.

Mi papá la carga y la pasea. La acompaña a ver los perros, que son su gran fascinación. Mi mamá la acompaña mientras juega, le canta, etc.

Creo que una relación armoniosa con la familia extendida es un lujo necesario. No creo que deba explicar el necesario. En cuanto al lujo me refiero a cuanto nos puede costar ceder un poco en algo como un abrazo, un juego o un cuidado. Lo explicaré un poco mejor usando palabras clave: celos, seguridad, madurez.

Hasta ahí. Ya me mojé los pies y no me meteré hasta las rodillas. Huy, no puedo evitarlo. Escribiré en tercera persona: Deje que quieran a su hij@. No se va a malcriar. Le recuerdo, no olvide ejercer su cariño ud. también.

Ok. Lo admito, tal vez sí se malcríe un poquito con los abuelos. Pero ¿es tan grave?

domingo, 6 de abril de 2008

Isabel vs la pediatra. Segundo asalto.

Ha llegado la esperada segunda parte de la saga de la pediatra.

Quisiera empezar haciendo un comentario sobre el profesional de la medicina. El entrenamiento básico de un médico va dirigido en la dirección del diagnóstico de una enfermedad y la restauración de la salud del paciente. Hay quien puede no concordar con esto, y por eso enfatizaré que he escrito entrenamiento básico.

En general, un médico es alguien preparado para ver a un paciente enfermo, no una persona sana. ¿Excepciones a esta regla? Debería haberlas. Las personas en los extremos de la vida van, o las llevan, a ver al médico aun cuando se encuentren sanas.

Esto le deja claro al autor que a nadie le gusta ir al médico. La única forma de ir si no te sientes muy mal es que te lleven, más o menos a la fuerza, tus padres o tus nietos ;-)

Regreso al argumento principal y me voy directo a los pediatras. El médico que se sienta en su consulta a ver niños que van por la propia voluntad de sus padres, no consigue muchos "casos". O al menos no debe conseguir todos los que en su ambición profesional quisiera. Me temo que no toda persona que ejerce la medicina está preparada para ello. Además, el ver personas sanas requiere de un cambio en sus prejuicios profesionales. Y esto es algo que no todo el mundo logra vencer, menos luego de ser graduado en la universidad.

Reconozco que la afirmación de los prejuicios profesionales es más solida que la del número de "casos", en el sentido que si un pediatra quiere ver niños enfermos, sólo tiene que ir a buscarlos a un hospital y no esperar que los padres se los traigan a consulta.

Todo esto ha sido como introducción a nuestra visita al pediatra de Isabel cuando tuvo fiebre durante un fin de semana. La diferencia fue abismal y nos permite poner un detalle en perspectiva. En la consulta de revisión anterior, cuando la pediatra mal interpretó las lecturas del peso, Roxana se fue poniendo cada vez más nerviosa con lo que decía la doctora, que estaba alterada. Mientras tanto Isabel y yo jugábamos. En este caso, nosotros estábamos preocupados por los síntomas de Isabel, pero la doctora mantuvo la calma.

Después de observarla, la situación era muy simple. Isabel tendría una infección viral o bacteriana. El problema, siempre hay un problema, era que mientras el examen de sangre apuntaba a la presencia de un virus, el examen de orina mostraba evidencias bacterianas.

La posibilidad de tener los dos tipos de infección estaría considerada por los paranoicos padres, pero sólo tendría sentido si la familia viviera en un basurero. La pediatra fue clara, el examen de sangre siempre es el más confiable. Sin embargo debemos repetir el de orina. Dadas las circunstancias lo repetiríamos al día siguiente, cuando se revisara la evolución de los síntomas.

De hecho repetimos el examen de orina. Lo hicimos la madrugada siguiente en una sala de emergencias. Isabel tuvo fiebre muy alta en la noche y decidimos estrenarle el seguro. Era viral.

Pero ¿qué había pasado con la prueba de orina del día anterior? Nada, la había tomado Roxana, que en ese momento no conocía el procedimiento correcto. La prueba se contaminó. Eso era todo.

Al final visitamos a nuestra pediatra del día anterior, le contamos lo sucedido y nos felicitó por la decisión. Finalmente nos animó a seguir el tratamiento recomendado por la gente de la emergencia.

Isabel comenzó a mejorar inmediatamente. De hecho, esa noche ya estaba haciendo sus sentaditas, como se ve en la foto del post Isabel se sienta I.

Como consecuencias de esta experiencia aprendimos que hay que tener cuidado con la toma de muestras de orina. Es mejor que las tome un profesional. También decidimos comprar un termómetro digital de los que se usan en el oído. Así, si Isabel está quebrantada, podemos revisar su temperatura frecuentemente sin tener que molestarla tanto.

Un aspecto bueno de haber ido a la emergencia fue saber que hay analgésicos más o menos fuertes, aun cuando todos sean de uso pediátrico. Los pediatras tienen diferentes opiniones al respecto y en general no lo comentarán al usuario de manera espontánea. De ahora en adelante seremos más proactivos al respecto, preguntando siempre por los varios medicamentos existentes y sus diferencias.

Para finalizar, había escrito que pudimos poner un detalle en perspectiva. Además del prejuicio profesional, en la relación con el paciente, el médico es un actor en una posición de poder. Ilustro el punto recordando que mucho se da como ejemplo que un cirujano no lleva a votación las decisiones que ha de tomar durante una intervención.

¿Qué pasaba el día que Isabel estaba sana? Padres inicialmente tranquilos y pediatra alarmista. La relación de poder estaba rota. Mi hipótesis es que la alarma de la pediatra perseguía inconscientemente el fin de restablecer la relación.

El día que Isabel sí estaba enferma, nosotros estábamos nerviosos y la pediatra supo que hacer. Estaba tranquila. La relación de poder funcionaba perfectamente.

Es que los humanos somos así, de esa manera.

lunes, 17 de marzo de 2008

Medio año


Isabel está cumpliendo medio año. Nada más que decir.

sábado, 8 de marzo de 2008

Isabel va a la guardería

Isabel ha comenzado a ir a la guardería. Desde el principio del mes de marzo, o para ser mas apropiados, a sus cinco meses y medio.

Creo que ha sido un momento excelente, de los mejores posibles. Esto tiene que ver con las habilidades que Isabel está mostrando actualmente.

En el transcurso del quinto mes Isabel se comenzó a sentar sola. Ahora ya consigue estar sentada sin ayuda y puede jugar. Además está el tema de agarrar. De sus erráticos inicios hace dos meses y medio, Isabel ha logrado ser precisa. Donde pone el ojo, pone la mano. Es decir, los muñequitos del móvil de su silla, mis lentes, la nariz de Roxana, sus juguetes, etc.

Por otro lado, comienza a mostrar más iniciativa por conocer las cosas que la rodean. Lo que ve a su alrededor, le llama la atención. Y lo busca.

Al principio su interacción con el mundo era egocéntrica y pasiva (llorar). Ahora sigue siendo egocéntrica pero comienza a ser proactiva (buscar reír y llorar).

Isabel se enfrenta a nuevos desafíos. De ser alimentada exclusivamente por la teta de Roxana, ahora debe aprender a comer con otras personas y en un tetero. Si bien sigue siendo la leche de Roxana, el cambio se le está haciendo complicado. De momento una cosa a la vez, prefiere agarrar su tetero ella misma.

Para complicar más las cosas, cuando ya se haya acostumbrado a el nuevo esquema, comenzará a comer otros alimentos. Luego de pasar seis meses se puede decir que estamos como al principio. Primerizos otra vez.

Ya han llegado los gérmenes de la guardería. Serán un dolor de cabeza para los tres.

En fin, que estamos muy contentos ;-)

miércoles, 27 de febrero de 2008

Isabel duerme sola

La transición de Isabel a su estatus de dormir sola fue tranquila.

Escribo con satisfacción que Isabel ha contribuido a traer un poco de orden a las ajetreadas vidas de sus padres. El simple hecho de tener una hora fija para el baño, la teta y dormir ha devenido en punto de referencia, origen temporal, etc; para el resto de las acciones del día. Muy útil pues.

La experiencia de compartir la cama los tres fue muy positiva para mí. Hizo la experiencia de los primeros meses más simple. Nunca hubo desagradables levantadas nocturnas, al menos no las recuerdo. Además, la experiencia constante de despertar en la noche para cambiar de posición y encontrar a Isabel al lado, durmiendo como un bebé, fue harto gratificante.

Roxana no opinó lo mismo. A pesar de que creo que reconoció las ventajas para amamantar, siempre le causó intranquilidad el hecho de que yo pudiera hacerle daño a Isabel. Roxana misma dormía en posiciones incómodas para cuidarla. Así que ella fue el motor principal en la pequeña emancipación de Isabel.

Con todo, el proceso fue natural. Isabel empezó a requerir más espacio para dormir. Le gusta estirar los brazos y tener lugar en la cama para moverse. Los dos primeros meses Isabel perseguía a Roxana. Llegando al cuarto mes, tomaba la teta y la empujaba para alejarse cuando ya estaba satisfecha. Consideramos que estaba dando señales de independencia.

En principio yo deje la cama por unos días, mientras leía algún material sobre el método más conveniente para la transición. Sólo los títulos de los artículos ya me daban miedo. Es que la mayoría de los practicantes del colecho, o costumbre de dormir con los hijos, son bastante radicales. Prolongan este estilo de descanso por varios años. Obviamente esto no era lo que buscábamos nosotros.

Mi preocupación principal es sobre el efecto que nuestras acciones débiles producirán en Isabel. Después que ella saliera de la cama, no debería volver jamás. Es por esa razón que no me importaba pasar unos días durmiendo en el sofá. Ese tiempo de reflexión era una inversión.

A principios de febrero Isabel andaba por los cuatro meses y medio. Yo terminé de convencerme de que estaba lista. Roxana estaba convencida desde antes. Me basé en la independencia de Isabel, su necesidad de espacio y, por supuesto, nuestra necesidad de espacio. Así que le comenté a Roxana que estaba de acuerdo con la mudanza.

Ahora Roxana da la teta a Isabel después del baño y la acuesta en el corral que colocó en el cuarto. Isabel sigue despertándose dos o tres veces en la madrugada para comer. No llora mucho en esos momentos. Aunque están un poco más separadas físicamente, sus cerebros siguen sincronizados. Roxana todavía anticipa cuando Isabel tiene hambre. Está bastante bien para mí, ¿cierto?

lunes, 25 de febrero de 2008

Isabel se sienta I

Sentada en su alfombrita de letras. Roxana la cuida.

Nuestro amigo Reinaldo nos invitó a pasar los días de carnaval en el apartamento de su familia, cerca de la playa. Fue una buena oportunidad para pasar el tiempo sin hacer nada, hablar pistoladas, leer un libro y ordenar ideas.

Isabel fue varias veces a la piscina, salió de paseo y sufrió las penurias del tráfico de temporada. Intuyo que tanto cambio la motivó a cambiar. Así que se sentó. Se sentó y ya.

Pongamos las cosas en su lugar cronológico. En ese momento Isabel tenia cuatro meses y medio. Era 4 de febrero de 2008.

El lugar donde logró sentarse fue en la silla del cochecito. Allí se agarró de los ganchos donde se fija el cinturón y ¡arriba!. Luego se quedó tan sentada.

Ella venía explorando los agarres desde hacia algún tiempo. Además sacó provecho de la posición, un tanto erguida, en la que queda cuando está en la silla.

Desde hacía tiempo hacíamos ejercicio de agarrar y sentar. Acostada, le ofrecía mis dedos índice. Luego de agarrarlos la halaba para levantarla y la ayudaba a sostenerse sentada. El cambio ha sido que ha aprendido a hacerlo sola.

Después de esa primera sentada, hemos ejercitado un poco su equilibrio. La sentamos en un lugar seguro y la dejamos sentada sola. Si vemos que va a caer le ayudamos a volver al equilibrio.

El proceso de aprender a estar sentada ha durado cerca de diez días. El día 15 de febrero he salido de viaje por un mes. Cuando hablé a casa el 16 recibí la noticia de que Isabel ya se queda sentada por largos períodos de tiempo. ¿Y qué hace? Juega, claro está.

domingo, 10 de febrero de 2008

Isabel vs la pediatra. Primer asalto.

Es un día cualquiera del mes de enero. Isabel ha cumplido cuatro meses hace algunos días. Va a su "revisión de niña sana". Ahí le medirán, le pesarán y le pondrán alguna vacuna, la que toque.

Llegamos y vienen las preguntas de siempre. Cómo come, cómo duerme, qué hace. Isabel no se voltea, eso sorprende a la pediatra. Cuando la acostamos se queda viendo hacia arriba y no se voltea hacia los lados. Mucho menos se voltea hasta quedar boca abajo. Es que odia esa posición. Si ha estado boca abajo cinco minutos en toda su vida, es mucho.

Suponemos que ya se volteará cuando ella quiera y seguimos con la consulta. Escribiré un poco más sobre el poder voltearse y el saber voltearse pronto.

La pediatra la pesa y la mide. Sorpresa, la niña pesa cien gramos menos que el mes anterior. Volvemos a la balanza. Está bien calibrada. La pesamos otra vez con idéntico resultado.

Mientras la pediatra se dedica a aterrorizar a Roxana con todas las enfermedades que está sufriendo Isabel, yo recuerdo varias cosas. Lo primero es que mi pediatra favorita, Antonieta, también pesa a Isabel. Lo segundo es que el mes anterior las dos consultas estuvieron separadas por apenas dos días. Lo tercero es que el peso de la consulta de Antonieta estaba muy por debajo del que daría esta pediatra. Lo cuarto es que cuando lo observé en aquella oportunidad, Roxana opinó que estaría mal la medida de Antonieta. Es que una madre siempre quiere ver crecer a sus hij@s ;-)

Pero no sólo recuerdo. También veo a Isabel, una persona que luce sana. Quiere verlo todo, quiere agarrarlo todo (para comérselo) y es muy sociable. ¿Acaso toda esta evidencia no apunta en la dirección de que la pesada del mes anterior estaba mal? Yo creo que sí. Además, el peso de Isabel está dentro de los rangos normales de su edad. Por lo tanto creo que la pediatra cometió un error. No al pesar a Isabel el mes anterior, sino al cerrar los ojos ahora.

Salimos de la consulta una Roxana convertida en una mata de nervios y un papa y una Isabel muertos de la risa, después de haber jugado con todos los perolitos esos que tienen los pediatras. Perolitos que les regalan las compañías farmacéuticas.

Cuando le explicamos a Roxana porqué estamos tan contentos, acabamos muertos de la risa los tres y nos vamos a comer tranquilos. No le paramos bola.

El primer asalto es para Isabel.

sábado, 26 de enero de 2008

Lactancia materna: meses tres y cuatro

La mano de Antonieta "ordeña" a Roxana. La leche sale a chorrros. ¡Isabel no quiere que se pierda nada!


Cuando Isabel cumplió los tres meses, su forma de comer comenzó a evolucionar. Según el testimonio de Roxana, la forma en que se producen los tragos de Isabel ha cambiado. Comenzó sacando más la lengua, cambiando el ritmo de tragos largos y cortos. Y esa evolución no se ha detenido.

En materia de tragar hay un momento en que las cosas comienzan a cambiar de un modo apreciable. Parece ser al tercer mes.

Eso no es lo único que ha cambiado al respecto. Como ya hemos mencionado en esta serie, la producción de leche de Roxana estuvo evolucionando durante los tres primeros meses. Desde entonces ha alcanzado su máximo, que vemos reflejado en la foto.

Ahora las cosas son más simples para Roxana. Cuando Isabel tiene hambre, le da teta por unos minutos. Ella queda saciada rápidamente. Hay sin embargo algunos días excepcionales, cuando Isabel tiene hambre muy frecuentemente.

Ya estamos "dateados" de esas épocas. Según la información de una de nuestras comentadoras estrella, Alexandra, estas crisis de hambre suelen seguir curiosamente una progresión geométrica. La primera a las seis semanas, la segunda a los tres meses, la tercera a los seis meses. Es bastante curioso.

Volviendo a la producción de leche, sorprendentemente Roxana estaba preocupada por la cantidad de leche que le salía. A partir de ese tercer mes, Isabel comenzaba a chupar y paraba inmediatamente, llorando. Inmediatamente volvía, y tenía que parar otra vez. La preocupación obvia, "no tengo suficiente leche".

¿Obvia?

Nos ha tocado la consulta de los tres meses con Antonieta, menos mal. Poca leche nada, todo lo contrario. Hemos sido pésimos alumnos. Les explicaré porqué.

Habíamos entendido perfectamente dos cosas. La primera es que la producción de leche se estabilizaría en los primeros tres meses. La segunda es que el estímulo principal es la succión de Isabel.

El segundo hecho va ligado a que si Isabel no obtiene su leche, chupa más, hasta obtenerla. Nunca deja de chupar. Es lo que había venido haciendo.

Entonces, Isabel se estaba ahogando. Es un problema que tiene soluciones simples. Sacarse un poco de leche antes de darle teta es uno, pero hay más.

Otra solución es buscar una posición donde la fuerza de gravedad ayude.

Hay una tercera solución que es infalible, pero lleva tiempo. Isabel está creciendo. En unas pocas semanas ya puede tragar tranquilamente.

¿Qué nos lleva a temer que el llanto de Isabel se debía a la falta de leche?, ¿La paranoia de padres primerizos?

¿Primerizos?

Obviamente lo somos. Somos padres primerizos. ¿Pero cuándo se deja de serlo?

Creo que el tema va más por la inseguridad, la falta de autoconfianza. Una inseguridad que puede permanecer allí hasta el quinto hijo, alimentada por prejuicios e información errónea.

La moraleja es confianza y sentido común. Confiar más en nosotros mismos y buscar las respuestas a nuestras interrogantes sin echar mano de cualquier prejuicio que ande por ahí.

La lactancia materna exclusiva y a libre demanda es un éxito. ¡Creed infieles! ;-)

domingo, 20 de enero de 2008

Agarrados al 2008


Desde la época en que Isabel cumplía los tres meses, ha comenzado a agarrar las cosas. Es una habilidad que esperábamos con atención y motivábamos lo más posible. ¿Cómo? Poniendo dedos y objetos pequeños en sus manos, por supuesto.

En aquellos días ocurrió. Roxana estaba de consulta médica y yo con Isabel. Como lo de la madre sería rápido y por comodidad, nos quedamos en el carro. Yo leía e Isabel observaba una jirafa de tela que tenemos allí.

Como en realidad yo no leía, sino que la observaba a ella, lo vi. La jirafa tiene unas argollas de colores en las patas, que llaman la atención por el sonido que hacen al chocar entre ellas. Entonces, ¡zas! El manotazo directo a la argolla, tomándola con precisión y suerte.

Ahí la tuvo un rato. La tomó y no la soltó. ¿Por qué? Porque se la quería comer, claro está.

Roxana tardó más de lo esperado y consiguió a padre e hija llorando en el carro. Es que a Isabel le dio hambre.

De los objetos fijos y pequeños Isabel ha pasado a objetos más grandes y más difíciles técnicamente. Como son los que cuelgan del gimnasio para bebés. Los mordedores aún le cuestan. Sólo he visto que los toma, si están en su pecho.

Isabel tiene una silla de la que hablaré pronto. En la silla tiene un móvil con una maquinita musical y dos insecticos de tela. Ayer descubrí que hala con precisión la cuerda de la maquinita y la hace sonar. También arranca los insectos y (por supuesto) los muerde.

Agarrar, agarrar y agarrar. Ese ha sido uno de los temas del tercer mes.