jueves, 31 de julio de 2008

Isabel y abuelos I





Isabel tiene mucha suerte por tener a sus cuatro abuelos cerca de ella. Era eso lo que pensaba cuando seleccioné este par de fotos. Han pasado los días y no encuentro otro par de fotos, con los abuelos maternos, cuya calidad me satisfaga tanto como estas dos.

Mientras eso acontecía, envié las fotos a míguel. Cuál ha sido mi sorpresa al ver que las ha publicado de inmediato. Su comentario no pudo ser más acertado: la importancia de los abuelos. Su título, mejor: idéntico al que encabeza esta entrada.

En esto de sacar fotos, me gusta que sea en la tarde de un día despejado. Aún con mis problemillas de balance de blanco, me parece que es como mejor me quedan. Últimamente no he tenido esa oportunidad con los abuelos maternos, pero deseo publicar la entrada. Así que le clavo un uno (I) al título y sigo esperando esa oportunidad.

De los abuelos paternos diré hoy: Isabel los quiere mucho y disfruta un montón de su compañía. Ellos le corresponden de la misma manera. Debo decir que se gozan a su nieta de verdad. Se gozan mutuamente de verdad.

Mi papá la carga y la pasea. La acompaña a ver los perros, que son su gran fascinación. Mi mamá la acompaña mientras juega, le canta, etc.

Creo que una relación armoniosa con la familia extendida es un lujo necesario. No creo que deba explicar el necesario. En cuanto al lujo me refiero a cuanto nos puede costar ceder un poco en algo como un abrazo, un juego o un cuidado. Lo explicaré un poco mejor usando palabras clave: celos, seguridad, madurez.

Hasta ahí. Ya me mojé los pies y no me meteré hasta las rodillas. Huy, no puedo evitarlo. Escribiré en tercera persona: Deje que quieran a su hij@. No se va a malcriar. Le recuerdo, no olvide ejercer su cariño ud. también.

Ok. Lo admito, tal vez sí se malcríe un poquito con los abuelos. Pero ¿es tan grave?

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