domingo, 10 de febrero de 2008

Isabel vs la pediatra. Primer asalto.

Es un día cualquiera del mes de enero. Isabel ha cumplido cuatro meses hace algunos días. Va a su "revisión de niña sana". Ahí le medirán, le pesarán y le pondrán alguna vacuna, la que toque.

Llegamos y vienen las preguntas de siempre. Cómo come, cómo duerme, qué hace. Isabel no se voltea, eso sorprende a la pediatra. Cuando la acostamos se queda viendo hacia arriba y no se voltea hacia los lados. Mucho menos se voltea hasta quedar boca abajo. Es que odia esa posición. Si ha estado boca abajo cinco minutos en toda su vida, es mucho.

Suponemos que ya se volteará cuando ella quiera y seguimos con la consulta. Escribiré un poco más sobre el poder voltearse y el saber voltearse pronto.

La pediatra la pesa y la mide. Sorpresa, la niña pesa cien gramos menos que el mes anterior. Volvemos a la balanza. Está bien calibrada. La pesamos otra vez con idéntico resultado.

Mientras la pediatra se dedica a aterrorizar a Roxana con todas las enfermedades que está sufriendo Isabel, yo recuerdo varias cosas. Lo primero es que mi pediatra favorita, Antonieta, también pesa a Isabel. Lo segundo es que el mes anterior las dos consultas estuvieron separadas por apenas dos días. Lo tercero es que el peso de la consulta de Antonieta estaba muy por debajo del que daría esta pediatra. Lo cuarto es que cuando lo observé en aquella oportunidad, Roxana opinó que estaría mal la medida de Antonieta. Es que una madre siempre quiere ver crecer a sus hij@s ;-)

Pero no sólo recuerdo. También veo a Isabel, una persona que luce sana. Quiere verlo todo, quiere agarrarlo todo (para comérselo) y es muy sociable. ¿Acaso toda esta evidencia no apunta en la dirección de que la pesada del mes anterior estaba mal? Yo creo que sí. Además, el peso de Isabel está dentro de los rangos normales de su edad. Por lo tanto creo que la pediatra cometió un error. No al pesar a Isabel el mes anterior, sino al cerrar los ojos ahora.

Salimos de la consulta una Roxana convertida en una mata de nervios y un papa y una Isabel muertos de la risa, después de haber jugado con todos los perolitos esos que tienen los pediatras. Perolitos que les regalan las compañías farmacéuticas.

Cuando le explicamos a Roxana porqué estamos tan contentos, acabamos muertos de la risa los tres y nos vamos a comer tranquilos. No le paramos bola.

El primer asalto es para Isabel.

7 comentarios:

Juan Rodriguez dijo...

Saludos familia.

Esa frase tiene un buen legado, NO LE PARES BOLA, todos los pediatras son así, fíjate esto, la de nosotros es una señora de 70 años, madre de un buen amigo, esta familia tiene la peculiaridad de ser muy altos, el mas chiquito de esa casa mide 1.80.

El primer día de consulta lo primero que le dije fue, aquí le traigo al muchacho, yo no se como va hacer pero yo quiero que angel crezca como su hijo, 1.85 mts, de inmediato esta señora olvido todo el protocolo de pesos, medidas y reflejos, saco cualquier cantidad de tablas de medidas y estadísticas, yo simplemente lo que hacia era reírme, en ver el esfuerzo de esta señora en demostrarme que los milagros no existen que la genética es mas fuerte, yo 1.60 , mary 1.65, jajajajajajajajajajaja No le pares bola, esa muchacha va hacer todo eso pero cuando le de la gana.

A dijo...

Sofi tampoco se voltea y tambien odia estar boca abajo. Se pone a llorar enseguida. El pediatra no ha hecho ningun comentario. Todo a su momento, y por cierto, cambien de pediatra ahora que es temprano!.

Saludos!

Ale

Ana Daniela dijo...

Esos "sustos" los tendrán siempre. Lo importante es que no dominen sus vidas. Uno va aprendiendo a cuáles "sustos" hacerles caso y a cuáles no. Es ahí donde el instinto materno entra en juego.(que síi, existe, y a mí me ha sido super útil, pero ese es otro cuento que ya les contaré)
De las cosas que hace o deja de hacer...Ufff ármense de paciencia, porque estos bichitos pareciera que vinieran dispuestos a salirse de lo que alguien ha dicho que es "normal". Lo importante es que la vean bien, nunca está de más consultar las dudas que se tienen, pero con calma. Ellos van dando señales de si están bien o no. Así que hay que conocerlos y usar un poco la cabeza.
Aqui entre nos: esos promedios y valores "normales" no sé de dónde ni cómo los han sacado, pero la verdad que casi todos los padres que conozco han tenido "problemas" o "sustos" porque sus hijos se salen de "lo normal"... No será que lo "normal" han sido las anomarlidades de nuestros bebes y las p...tablas de medidas y promedios deben cambiarse!?

Alexandra dijo...

Hola chicos,

Elenita se sento primero y luego aprendio a darse la vuelta y nada de eso ocurrio antes de los 5 meses! Ahora gatea como una demonia! a camina agarradita de las cosas.

El peso siempre es una preocupacion. Es importante comparar tambien la talla y otras medidas. Si la nena es viva e inteligante y esta contenta ese tambien es un sintoma de bienestar.

Si Roxi quiere estar más tranquila, Antonieta tiene un prograna de pesadas semanales, son 6 semanas, es gratis!. Llamenla y ponganse de acuerdo, la idea es ver en un gráfico el comportamiento semanal del peso de Isabel.

Tambien es cierto que la balanza de los pediatras nunca esta calibrada...

Y la pediatra no les mandó formula infantil y atol de avena? :D

José Antonio dijo...

Hola a tod@s

Juan: Definitivamente de los mejores consejos que se pueden dar. No le pares bola.

Alejandra: Buen dato de comparación. En cuanto a la pediatra y su cambio, tenemos una nueva historia que la reivindica. Ya contaremos.

Ana Daniela: Estoy de acuerdo con lo del instinto. En mi caso, la mayor parte de las veces lo veo como cuestión de sentido común. Es que eso del institnto, el materno, se me hace muy difícil ;-)

En cuanto a los valores normales, hay muchos. Dependen de varias circunstancias. Así que hay que ver cual es la adecuada a la situación de cada hij@.

Alexandra: En efecto, Isabel se está sentando primero (alrededor del quinto mes). Me imagino que luego se dará vuelta y ... ¡agarrense!, ¡a gatear!

Roxana dijo...

Después de este round con la Pediatra fuimos donde Antonieta, pero principalmente porque andaba con una congestión en un seno que me tenía sin dormir del dolor. Pues ahí aproveche de contarle sobre el peso de Isabel.
La pesó tres veces y sacó un promedio con las pesadas. Luego se fue a sus gráficos de percentiles y la Icha está dentro de la gráfica. Siempre da que es más larga que gorda. Antonieta me dijo que la Ichabelita no podía ser más pilas! todo lo quiere tomar, se sienta casi sola y se para derechita, durita! Esto reafirmó lo que habíamos concluido con Murdito: no pararle mucho a la pediatra que la puya. También decidimos quedarnos con la misma que empezar a conocer a otr@, que quien sabe con cuál te sale...
En cuanto al seno, Antonieta me hizo un masaje macabro que casi me hace desmayar y que me descongestionó por completo... funcionó a la perfección!

A dijo...

Que bueno que la pediatra se reinvindico. Humildemente creo que "mejor malo conocido" no es una buena formula a aplicar con los pediatras. Un pediatra debe generar confianza, los padres deben sentir empatia con él o ella, y deben tener visiones parecidas sobre cómo criar a un bebé saludable. Encontrar uno perfercto tal vez es imposible, pero creo que si hay de los buenos. Mi hermana con sus 2 bebas paso por 3 hasta encontrar el correcto y resulto ser una buena eleccion para mi tambien. Los criterios: 1) que no fuese un ratón de clínica, que nunca se enfrenta a la diversidad de colores y culturas que las tablas importadas del norte no reflejan en sus promedios; 2) que estuviera versado en el principal flagelo que sufren los niños desde todos los tiempos, i.e. las infecciones virales y bacterianas.
Asi, Sofia, que se sale de todas las tablas, no por flaca sino por gorda, no por corta sino por larga, ha estado bastante comoda, con una gran sonrisa detras de su chupete.